Hace ya tiempo que se anunció la expansión del universo X-Men a la televisión, más o menos a la vez que se confirmaba la primera temporada de Supergirl. Mis expectativas no podían estar más bajas, pero bueno, Hannibal y Fargo ya me habían demostrado antes que mi ojo no estaba muy bien puesto (luego Supergirl me lo recolocaba un poco).
Vista la primera temporada, Legion ha demostrado no estar solo por encima de la media de las series de superhéores, sino por encima de la media de las series en general. Al igual que Bryan Fuller ha marcado un estilo en la TV y hay que estar pendiente de cada nuevo movimiento -ya queda menos para American Gods-, Noah Hawley se ha abierto un hueco en la plantilla de los grandes creadores de ficción televisiva. Tal como hizo en las dos entregas de Fargo, la construcción de los personajes cuenta con una gran inteligencia. Y es que la grandeza de Legion reside ahí, en lo estrafalario de su protagonista con un guion que nos lleva por la misma locura que él sufre. El ritmo es pausado cuando debe serlo e intenso cuando la trama lo requiere. El episodio piloto ya nos muestra la línea narrativa que va a seguir la serie, un personaje con una falsa esquizofrenia que necesita ayuda de otros mutantes, todo mezclado con conspiraciones gubernamentales. A simple vista no parece una propuesta muy diferente al universo cinematográfico que llevamos viendo desde hace más de una década. Pero no es así, conforme pasan los episodios vemos que esa misma perspectiva que tiene el protagonista es transmitida a la perfección. Hawley juega con la audiencia con una maestría abismal y no es hasta prácticamente la season finale cuando todo queda claro -tanto para nosotros como para los personajes-. Nosotros somos ellos.
Por otro lado, y aquí si es cuando el resto de las series superheroicas deberían quitarse la capa (que Netflix me perdone), tenemos la fotografía. Los efectos especiales no se basan en el ruido, las explosiones y edificios cayendo están totalmente fuera de la ecuación. Pero con unos planos cargados de belleza artística y la mezcla de colores perfectamente medida consiguen mucho más que la ejecución de cualquier plan de Magneto.
Todo esto se añade a un estilo propio, algo de agradecer cuando la televisión americana no deja de lanzar propuestas repetidas maquilladas de novedad. Capaz de introducirnos un musical en el primer episodio o realizar la secuencia más bestia de la temporada en cine mudo. Tal vez no todo el mundo lo sabrá disfrutar pero para eso Marvel sigue salvando Agents of SHIELD.
Al igual que Netflix plantó su bandera en el gran universo de Disney, Legion ha marcado su territorio en lo que Fox no sabía como estirar más. La primera tanda de episodios ha servido como introducción de lo que está por venir, todas las tramas han quedado lo suficientemente cerradas como para no sentirme engañado por hacerme esperar un año, pero abiertas para que las próximas entregas lleguen con fuerza. Veremos que nos tiene preparado Bryan Singer con la segunda serie de este universo, algo que dudo pueda llegar mucho más lejos, pero como he expresado al principio del post, me he equivocado antes.
Al igual que me ocurrió con The Walking Dead, American Horror Story me enamoró desde el principio. Un arranque potente al que supo dar una gran secuela en su segunda temporada con Assylum. Pero hasta ahí. El resto fue una pérdida de tiempo irrecuperable que me tragaba con una vaga esperanza de que algún día volverían a ser lo que era. Esperanza que tocó su punto más bajo cuando Hotelllegó a nuestras vidas. No obstante este septiembre presentaron Roanoke, una apuesta arriesgada que captó mi interés de nuevo. Cuando todo parecía reducido a simples secuencias de sexo y violencia desatada, la sexta temporada llegó proponiendo la brisa de aire fresco que necesitaba. Un falso documental sobre una casa maldita, dando así la vuelta a las trama recurrentes que habíamos visto hasta el momento. Sin embargo, por muy innovador que fuera, era algo que no podía mantener el ritmo durante demasiados episodios, por lo que a mitad temporada volvieron a dar un giro. My Roanoke nightmare se convierte en un reality llamado Return to Roanoke: Three days in hell cambiando por completo tanto la historia como la realización de la misma. Sin ser un devoto del found footage tengo que decir que en este caso funciona bastante bien, no satura y juega muy bien con la narrativa de la historia.
No obstante no todo son flores. Como serie de terror pierde fuerza por momentos. Cuando se desvelan los misterios ya poco queda de interés más allá de ver como van cayendo los personajes uno a uno. Ciertas tramas como la de los exploradores o los cazafantasmas están metidas con calzador para poder hacer avanzar la historia como sea, no pega y saca al espectador de la tensión que bien habían logrado generar. Por no hablar del final, un último episodio igualmente sorprendente en su estructura que bien habría podido ser una gran conclusión de no ser por esos planos finales que nos devuelven a la ficción "normal" para concluir de manera inverosímil una temporada que merecía mucho más. No, no supera a sus dos primeras entregas, pero sin duda remonta e ilusiona a los que, como yo, habían perdido la fe en la antología de terror de Ryan Murphy. La carnicera, las hermanas enfermeras, la secuencia del vídeo del antiguo profesor, los caníbales... son solo algunas de las muchas cosas que se recordarán de AHS: Roanoke. La séptima temporada está confirmada y ya se rumorea acerca de la ambientación de su regreso. Tendremos que esperar casi un año para desvelar todas las incógnitas que se puedan generar; pero siempre y cuando consigan seguir el rumbo que habían perdido, todo irá perfectamente. Porque cuando lo mejor de una serie es su intro es que algo va mal.
Cuando el canal inglés Channel 4 decidió producir esta serie
y llegó a nuestras pantallas, pocos eran los que estaban preparados para lo que
se nos iba a mostrar. Tras dos temporadas y un episodio especial, Black Mirror
llegaba a Netflix y, por lo que parece, para quedarse. Uno de los regresos más
esperados que no ha decepcionado a pesar de sus expectativas. Dejamos una breve
reseña de cada episodio (libre de spoilers). ¿También os quedasteis pegados a
la pantalla devorando cada historia?
1- Nosedive
Black Mirror en su máximo esplendor. La economía
mundial funciona mediante las valoraciones de una red social, el estatus de
cada uno lo definen los demás. Una distopía tecnológica que funciona tan bien
gracias a su verosimilitud y su cercanía a nuestros días. La desesperación por
aparentar y el feedback superficial del mundo es algo que intoxica no solo en
la serie. Una de las series más polémicas volvía a lo grande.
2- Playtest
De la mano de Dan Trachtenberg (Calle Cloverfield 10), se
nos presenta un capítulo sin precedentes en esta serie. Es muy difícil saber
por dónde van a salir los guionistas, pero el cambio de estructura que se nos
regala es impresionante. Nos metemos de lleno en una historia de terror que,
como en su película anteriormente mencionada, consigue transmitir una
empatización angustiosa que todos sabemos disfrutar. Ah, y las empresas de
videojuegos son malas.
3- Shut up and dance
El episodio que más se aleja de la ciencia ficción nos
introduce una odisea en la cual el espectador no está preparado para concluir.
Y es que el crescendo ante el cual estamos consigue encogernos cuando la
historia llega a su fin. Un clímax con muy mala leche que consigue paralizar y
dejarnos sin aliento. No todo el mundo está preparado para estos giros tan bien
argumentados. Para revisionar todas las veces que quieras.
4- San Junipero
Sin duda el episodio que más ha dado que hablar de la
temporada, y no es para menos. Una idea brillante ejecutada perfectamente que
toca los temas más humanos como el miedo a la muerte o la soledad de la vejez.
Una historia de amor sin pasteladas absurdas que nunca han sido bienvenidas y
menos en una serie de tal categoría. Porque cuando una gran imaginación conjuga
tan bien con el desarrollo se crean piezas que son dignas de recordar durante
mucho tiempo (¿para siempre quizás?).
5- Men against fire
Tras cuatro episodios de tal embergadura, es normal que haya
un pequeño bajón. El episodio más flojo, tal vez de la serie incluso, pero eso
no quiere decir que sea malo. Este mundo postapocalíptico no llega a funcionar
del todo, pero sin duda tiene un final con una de esas críticas tan
características de Black Mirror. La salvación del episodio.
6- Hated in the nation
La guinda del pastel. Casi hora y media de metraje que
bien podría triunfar como TV movie. Parece que en su paso por Netflix la serie
no ha tenido límites en su realización y este es un claro ejemplo de ello. Mi
favorito de la temporada de lejos, que deja por los suelos a cualquier otra
serie policíaca llenando al espectador de una sensación de culpabilidad en su
(mal)uso de las redes sociales. Todo acto debería tener sus consecuencias y es
que la falsa pared que supone la pantalla de un ordenador es mutilada para
concienciar a una sociedad que no tiene reparo en destruir las autoestimas
ajenas. Una despedida por todo lo alto.
The Neon Demon da comienzo con una hipnótica secuencia en la que podemos ver a nuestra protagonista degollada sobre un sofá en medio de un shooting. Sutil metáfora del mundo de la moda que va a retratarse a continuación, un mundo en el que tu vida vale tanto como encajes en los cánones, en el que la belleza se exprime hasta que ya no queda nada y las aspirantes se devoran entre ellas.
Elle fanning es la encargada de dar vida a Jesse, una joven de 16 años que llega a Nueva York cargada de inocencia dispuesta a triunfar en este mundo enfermo. La evolución de su personaje es un reflejo del ciclo de vida al que puedes aspirar aquí; los depredadores de los que hablábamos en primer lugar, se revelan ya en la segunda secuencia del filme y esa inocencia que mencionábamos al principio es arrebatada tan pronto como se le envía a una primera sesión de fotos.
Las depredadoras no tardan en notar la amenaza de la recién llegada, mostrando desde el primer momento las ganas de devorarla a fin de poder mantener sus privilegios y obtener los suyos. Aquí es donde el filme va un paso más lejos, dejando de lado la simple crítica al mundo de la moda y convirtiéndose en una suerte de elegante largometraje experimental que deriva al mundo del caníbalismo como metáfora de todo lo anterior.
Si bien toda la película es digna de ser analizada frame a frame, es digna de mención la ultraviolenta secuencia del final, que sirve como broche perfecto para resumir todo lo narrado a lo largo del filme. Puede estar sujeta a varias interpretaciones, sí, pero lo que es seguro es que cada plano se grabará en la retina del espectador para no salir de ahí en un largo periodo de tiempo. Tirando de tópicos, no dejará a nadie indiferente.
Nicolas Winding-Refn firma una película de autor que, lejos de abandonar el polémico estilo que ya tocase en Only God Forgives, le reafirma como uno de los directores de cine de género de referencia a nivel mundial. Capaz de dotar cada plano de sus largometrajes con una personalidad incontestable. Podéis odiarle o amarle, pero lo que no puede negarse es que es alguien único. Esperando con ansias sus futuros proyectos.
Si hay algo que me ha tocado las narices a lo largo de esta serie es el hecho de que durante muchos episodios no pasa absolutamente nada y el final es un cliffhanger con el único objetivo de asegurarse la audiencia una semana después. Esto empezó con esa maldita granja y continuó los siguientes años. Sin embargo ya durante la quinta temporada se podía apreciar un aumento en la calidad de la serie y cuando llegó la sexta encontré al fin la recompensa de haberme comido cuatro años de decepciones. Así que sí, el mayor cliffhanger de la serie me pareció perfecto. Una presentación impresionante de un villano con mucho que hacer en una serie en remontada.
Rick y sus compañeros no sabían a lo que se enfrentaban. La banda de psicópatas que lidera Negan consiguió rodearles y dejarles indefensos mientras este daba a conocer a Lucille, su bate de baseball, a la audiencia. Con un plano subjetivo supimos que alguien, más o menos importante, iba a tener un problemilla craneal. Tras los meses de espera la respuesta llegó. Abraham había sido esa víctima. Con un "suck my nutts" este personaje se despedía de todos nosotros; y es que ya tocaba, toda posible evolución del mismo estaba realizada correctamente. No dolía su marcha. Pero es que no lo dejaron ahí. Cuando lo peor parecía haber pasado, Daryl decide levantarse y darle un puñetazo a Negan (todos se lo habríamos dado), así que tuvimos un 2x1. Haciendo un honor gráfico a los cómics, Lucille impacta contra la cabeza de Glenn y fija su ojo en Maggie. No hubo un cambio de plano, fuera de campo o delicadezas, fue tal y como debía de ser. Una muerte cruda para uno de los cinco originales de la serie.
Pero es que como en su season finale el episodio fue un constante crescendo que ya partía bastante alto. Había que romper a Rick emocionalmente y Negan lo consigue no solo con nuestro protagonista sino con la propia audiencia. El hecho de conocer las esperadas muertes no fue lo único de interés en este episodio. Ver como pasa de un "voy a matarte" a llorar desconsolado a sus pies es impresionante, está totalmente argumentado y podemos empatizar (algo que no me pasaba desde hacía mucho en TWD) de una manera magistral. El clímax con el hacha es de las secuencias más auténticas en toda la serie y su anticlímax final estoy seguro de que sacó más de una lágrima entre la audiencia.
Seguramente sea uno de los mejores episodios en toda la saga. La angustia que sufrimos es proporcional a los sucesos que se están narrando. La historia ante la que estamos es, probablemente, la más estresante y menos predecible que hemos visto hasta el momento. Mucho queda por contar, que si Ezequiel, que si un tigre, pero siempre y cuando sepan mantener el nivel que han establecido con la season premiere podremos pasarlo como niños. Porque The walking dead ha vuelto, lo ha hecho con fuerza y sin duda viene a demostrar que puede ser la serie que su descomunal audiencia exige que sea.
Vayas donde vayas siempre encontrarás detractores de Woody Allen, pero bueno, también los encontrarás de David Fincher, así que no hace falta entrar en el criterio popular para argumentar la genialidad de este actor/guionista/director. Hace ya más de 20 años que nos lleva regalando un film anual, algo que sin duda es digno de remarcar. Porque sí, habrá algunas mejores y otras peores, pero sin duda siempre hay algo que destacar en cada una de ellas. Pronto se expandió la noticia de que iba a dar el salto a la "televisión" y por fin llegó su serie de 6 episodios producida por Amazon y protagonizada por nada menos que Miley Cyrus.
Si llevas tanto tiempo en el negocio del cine con un estilo tan definido, el cambio al formato de la pequeña pantalla es un reto a superar. Algo que no ha conseguido solventar "legalmente". Y es que gracias a la íntegra emisión de la temporada en el mismo día, Allen se ha saltado las normas establecidas que existen en un producto seriado. Los episodios no funcionan como unidades sueltas que forman parte de un conjunto, no, simplemente es una película de dos horas partida en seis fragmentos. Tenemos el primer, segundo y tercer acto en un orden riguroso que no se preocupa de satisfacer las necesidades de los episodios en su forma individual. Esto no es hacer televisión, es maquillar un formato para etiquetarlo con otro nombre.
Las primeras obras de este director nos ofrecen temas variados. Poco tiene que ver Bananas con El dormilón, exceptuando claro ese personaje neurótico que ha ido cambiando de caras desde el envejecer de Allen. No obstante, con el paso del tiempo se han ido repitiendo ciertos formatos que en sus evidentes variantes si que comparten un fondo común. Infidelidades, tesis religiosas, parodias del sistema, personajes extravagantes... Todo eso se repite en sus filmes y aquí no iba a ser distinto. Pero por mucho que eso sea así, no quiere decir que no nos aporte cosas nuevas o que hay dejado de funcionar. Match Point es buena y original para lo que era su filmografía hasta el momento, pero eso no quita que Irrational Man se merece un hueco distinguido en la cartelera.
En Crisis in six scenes vemos todos los tópicos de Woody Allen volviendo a la década de los 60s, época en la que demuestra moverse como pez en el agua. Todos los elementos son presentados para ir cogiendo fuerza con el desarrollo de la serie, jugando con la especial narrativa de sus comedias originales. Las actuaciones son correctas, como siempre lo son en sus casos, nada a destacar incluyendo a la polémica Cyrus. No tenemos la novedad que tendríamos si fuera su ópera prima, como es evidente, sin embargo si que podemos disfrutar de este caramelo que nos deja para pasar una tarde de domingo.
No, no ha marcado un antes y un después en la televisión, ni siquiera funciona como serie. Tampoco se acerca a sus mejores momentos ni de lejos. Pero algo es evidente, si te gusta Woody Allen y olvidas que parten las dos horas de metraje por capítulos, te dejarás llevar por esta odisea de liberalismo extremo y neurosis éticas. Si no te gusta, esta no es la mejor oportunidad para redescubrirle. De hecho es bastante probable que nunca sea ese momento ya que seguramente nunca vuelva a alcanzar el nivel que alcanzaba con sus obras más brillantes, pero aún así el brillo emitido y a emitir es suficiente para iluminar la gran pantalla durante muchos años más.
Cuando hay un abandono masivo en las salas de Sundance al proyectar una película, cuanto menos da que hablar. Pero si además esta película nos trae a un Daniel Radcliffe flatulento bajo la condición de cadáver, la locura está totalmente asegurada. Así partimos con Swiss Army Man, el primer largometraje de "los Daniels" que no dejará indiferente a nadie.
Sin duda no es la obra más profunda de la historia del cine, no tenemos una reflexión antropológica sobre el origen del universo y sus misterios; pero tampoco estamos ante una fábrica de pedos y chistes fáciles al nivel de Eddie Murphy y su profesor chiflado. Gracias a la narrativa de esta emergente pareja de directores, se nos presenta una combinación casi perfecta entre lo absurdo y lo trascendente. Hay momentos en los que no sabemos si nos están tomando el pelo o si hay algo detrás de todo lo que se está proyectando en pantalla, no obstante conforme vamos avanzando en esta odisea de bizarradas, podemos apreciar que esta hora y media de vida no se ha ido por el retrete.
Además de saber desarrollar y transmitir una premisa absurdade manera sobresaliente, no podemos dejar de destacar la fotografía y la banda sonora. Visualmente es altamente atractiva, encontrar la belleza donde en principio no la hay es una gran virtud que logran con creces. Pero es que cuando la acompañas con una banda sonora que cuadra tanto en dicha belleza como extrañeza, se nos regala una fantasía en la que nos adentramos sin pensarlo dos veces. Todo es atractivo cuando debería ser tétrico. Un aplauso por este logro que nunca ha sido fácil. Como se ha mencionado antes, no es una película que entrará en los anales de la historia. Tampoco es la revelación del año. Pero sin duda es algo que no me perdería y desde luego recomendaría sin dudar (no a todo el mundo, claro). Es el punto de partida de dos directores que, de seguir por este camino, serán para tener muy en cuenta. Nunca unos pedos habían sonado tan armónicos.
Sinopsis: Un grupo de cuatro jóvenes de una "High School" consideradas como las más populares, cometen todo tipo de crueldades con sus compañeras y compañeros. Una de estas chicas, Verónica Sawyer (Winona Ryder), empieza a darse cuenta de que lo que hacen no es bueno, pero le resulta difícil salir del grupo. Aliada con un nuevo chico que ha llegado a la escuela, logran matar a tres alumnos molestos, aunque en todos los casos aparecen como suicidas. Pronto Verónica se dará cuenta de que su amigo es un psicópata...
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Juegos sucios
Título original: Cheap Thrills
Año: 2013
Sinopsis: Craig, un padre de familia en plena crisis económica, ahoga sus penas en un bar cuando un desconocido le propone un trato: le dará cierta cantidad de dinero si va cumpliendo una serie de acciones, a cada cual más extraña y violenta. Lo que comienza como un juego terminará en delirio.
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El verdugo
Título original: El verdugo
Año: 1963
Sinopsis: José Luis, el empleado de una funeraria, proyecta emigrar a Alemania para convertirse en un buen mecánico. Su novia es hija de Amadeo, un verdugo profesional. Cuando éste los sorprende en la intimidad, los obliga a casarse. Ante la acuciante falta de medios económicos de los recién casados, Amadeo, que está a punto de jubilarse, trata de persuadir a José Luis para que solicite la plaza que él va a dejar vacante, lo que le daría derecho a una vivienda. José Luis acaba aceptando la propuesta de su suegro con el convencimiento de que jamás se presentará la ocasión de ejercer tan ignominioso oficio.
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Very Bad Things
Título original: Very Bad Things
Año: 1998
Sinopsis: Fisher está a punto de casarse con la mujer de sus sueños. Sus amigos deciden montarle en Las Vegas una inolvidable despedida de soltero. Y, efectivamente, ninguno de ellos la olvidará jamás...
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Airbag
Título original: Airbag
Año: 1997
Sinopsis: Juantxo pertenece a la alta sociedad; tiene dinero, una carrera universitaria acabada con 30 años, un magnífico trabajo de abogado y una novia guapa y rica, pero es un auténtico pardillo. Mientras celebra su despedida de soltero junto a dos mejores amigos en un prostíbulo, Juantxo pierde su anillo de compromiso. Será el inicio de una accidentada aventura en la que los tres se cruzarán con cargamentos de cocaína y mafiosos, a la búsqueda de la joya en un trepidante viaje lleno de vicio, corrupción y delirio.
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Big Bad Wolves
Título original: Big Bad Wolves
Año: 2013
Sinopsis: Una serie de brutales asesinatos ponen en contacto a tres hombres: el padre de la última víctima, sediento de venganza; un justiciero detective de policía que opera en los límites de la ley y el principal sospechoso de los homicidios, un profesor de religión arrestado y luego liberado debido a una negligencia policial.
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Four Lions
Título original: Four Lions
Año: 2010
Sinopsis: Omar (Ahmed), un musulmán radical de nacionalidad inglesa, ha creado una célula terrorista de la que forman parte su hermano Waj (Novak), un muchacho muy simple, Barry (Lindsay), un extremista que odia a los blancos, y Fessal (Akhtar), un aprensivo fabricante de bombas. Mientras que Omar y Waj están en Pakistán en un campo de entrenamiento mujaidín, Barry recluta a Hassan (Alí), un aspirante a rapero. Cuando Omar regresa a Gran Bretaña, trae consigo un plan: un ataque suicida con bomba contra un objetivo occidental insólito.
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Negociador
Título original: Negociador
Año: 2014
Sinopsis: Manu Aranguren, un político vasco, ejerce de interlocutor del gobierno español en las negociaciones con ETA. En lugar de asistir, tal como esperaba, a un acto solemne y calculado, pronto verá que las casualidades, los errores o los malentendidos marcan el diálogo entre ambas partes y que la relación personal entre los negociadores será clave para la resolución del conflicto. Comedia basada en las negociaciones entre el presidente del PSE vasco, Jesús Eguiguren y ETA en 2005 y 2006.
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Fargo
Título original: Fargo
Año: 1996
Sinopsis: Un hombre apocado y tímido, casado con la hija de un millonario que le impide disfrutar de su fortuna, decide contratar a dos delincuentes para que secuestren a su mujer con el fin de montar un negocio propio con el dinero del rescate. Pero, por una serie de azarosas circunstancias, al secuestro se suman tres brutales asesinatos, lo que obliga a la policía a intervenir.
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La comunidad
Título original: La comunidad
Año: 2000
Sinopsis: Julia (Carmen Maura), una mujer madura que trabaja en una agencia inmobiliaria, encuentra 300 millones escondidos en un piso. A continuación se traslada al apartamento de arriba y esconde el dinero, pero tiene que enfrentarse a la desquiciada comunidad de vecinos, encabezada por un administrador sin escrúpulos (Emilio Gutiérrez Caba), que hará todo lo posible para retenerla y quedarse con la fortuna.
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Dogma
Título original: Dogma
Año: 1999
Sinopsis: La batalla final en la eterna guerra entre el Bien y el Mal tendrá lugar en Nueva Jersey, cuando dos ángeles caídos intenten destruir el universo entero, a menos que alguien logre detenerlos. Estos dos ángeles, Loki y Bartleby, tratan de hallar un modo de acabar con su exilio perpetuo en Wisconsin, cuando se topan con el plan perfecto para regresar al paraíso: la posibilidad de eludir el dogma que les permitirá retornar al Cielo, si pasan bajo el bendito arco de la catedral de Nueva Jersey, eliminando a la vez toda existencia humana. Pero tendrán que enfrentarse a un problema; una persona ha sido elegida para impedírselo... y no tendrá que hacerlo sola.
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El extraño viaje
Título original: El extraño viaje
Año: 1964
Sinopsis: En un pequeño pueblo de provincias, cercano a la capital, vive una familia compuesta por tres hermanos: la dominante y severa Ignacia y los tímidos y retraídos Paquita y Venancio. La monotonía de la vida del pueblo sólo se rompe los sábados cuando llega un conjunto musical de Madrid para amenizar con sus canciones el fin de semana. Un sábado de tormenta, Paquita y Venancio, que son muy miedosos, oyen ruidos y van buscando protección a la habitación de su hermana. Allí ven a alguien, pero Ignacia lo niega rotundamente.
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La vida de Brian
Título original: Monty Python's Life of Brian
Año: 1979
Sinopsis: Brian nace en un pesebre de Belén el mismo día que Jesucristo. Un cúmulo de desgraciados y tronchantes equívocos le harán llevar una vida paralela a la del verdadero Hijo de Dios. Sus pocas luces y el ambiente de decadencia y caos absoluto en que se haya sumergida la Galilea de aquellos días, le harán vivir en manos de su madre, de una feminista revolucionaria y del mismísimo Poncio Pilatos, su propia versión del calvario.